Los beneficios de jugar al fútbol sin correr

El grupo de investigación Ageing On de la UPV/EHU, en colaboración con Fundazioa, analiza cómo repercute en la salud la práctica del Walking Football, un deporte pensado para mayores de 50 años

Walking Football es una modalidad del fútbol que surgió hace una década en el Reino Unido para hacer frente a la inactividad y el aislamiento que afectaba a personas mayores de 50 años. Este deporte se empezó a popularizar en Bizkaia en la temporada 2018-19, a través del proyecto social de la Fundación Athletic Club que lleva su nombre. Ahora, el grupo Ageing On, en colaboración con la Fundación Athletic Club, desarrolla un estudio para conocer en profundidad sus posibles beneficios.

Como Fundación, uno de nuestros objetivos estratégicos en el área social es acceder a colectivos en situación de vulnerabilidad en la sociedad. La modalidad deportiva Walking Football nos da la posibilidad de llegar a un grupo, el de las personas mayores de 50 años, que habitualmente tiene dificultades para seguir practicando deportes en grupo y entre las que, además, son frecuentes los cuadros de depresión, soledad o baja autoestima. Esta temporada 2021-22, el proyecto cuenta con dos grupos que entrenan semanalmente.

El Walking Football ofrece la opción de jugar al fútbol de otra manera, andando, y así evita, en la medida de lo posible, el riesgo de lesiones, porque tampoco se puede levantar el balón por encima de la cabeza y están penalizados los contactos. Sin embargo, da más que la posibilidad de realizar ejercicio físico. Ayuda a construir un espacio común y a disfrutar de un tiempo de manera compartida, potenciando el sentido de pertenencia a un grupo.

Investigación de Ageing On

Para conocer en profundidad los beneficios del Walking Football en la condición física, en la salud y en la calidad de vida de quienes lo practican, hay que hacer mediciones y análisis. Y en ello está el grupo de investigación Ageing On, de la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad del País Vasco. A través del proyecto que dirigen las profesoras Susana Gil Orozko e Iraia Bidaurrazaga López de Letona en colaboración con la Fundación Athletic Club, realizarán un seguimiento de una temporada a personas que practican esta modalidad deportiva en Bizkaia. “Al ser una actividad de reciente implantación, la información sobre los efectos beneficiosos en la salud de las personas que lo practican es escasa; además, la mayoría de los estudios que han analizado esta modalidad se han realizado en países nórdicos y no existen experiencias publicadas de nuestro entorno”, explica Iraia Bidaurrazaga.

El seguimiento que está realizando el equipo de Ageing On se basa, por un lado, en una serie de mediciones y valoraciones que están realizando a los participantes en los laboratorios del Departamento de Fisiología, en la Facultad de Medicina y Enfermería. Abarcan desde la recogida de datos sociodemográficos y clínicos y mediciones antropométricas hasta pruebas de equilibrio y fuerza; electrocardiogramas, analíticas sanguíneas para controlar distintos biomarcadores, y cuestionarios y escalas para evaluar la actividad física y el tiempo que pasan sentados, la dieta y la calidad de vida. Además, durante la temporada también se están analizando las sesiones de entrenamiento. Para ello durante algunas de ellas se colocarán pulsómetros a los participantes y se les pasarán algunas escalas de valoración del esfuerzo.

Los datos se recogen en tres etapas. La primera medición se realizó en julio del 2021, la segunda comenzó en septiembre de 2021 y la tercera y última se llevará a cabo en junio de 2022. En total participan en el estudio 46 hombres y dos mujeres de distintos municipios de Bizkaia y de entre 50 y 77 años.

Los resultados del estudio estarán listos para finales de junio. Sin embargo, algunos de los datos preliminares obtenidos ya muestran cambios positivos en el colesterol y la glucosa de los participantes después de tres meses de entrenamiento de Walking Football. No solo eso, gran parte de ellos reporta haber incrementado el tiempo dedicado a actividades de alta intensidad, las cuales suelen precisamente realizarse menos con la edad, pero que, sin embargo, se relacionan con una mejor condición física. Además, los participantes han percibido mejor salud general y mayor vitalidad tras la práctica del Walking Football, lo que indica una mejora en la calidad de vida de estas personas.