El verdadero valor del fútbol base recae en las personas que lo hacen posible. Detrás de cada club no profesional existen personas sin cuya dedicación y compromiso sería imposible que el club saliera adelante.
Plantillas deportivas, aficiones locales, personal y directivas son pilares fundamentales en el fútbol formativo y detrás de cada uno de estos colectivos hay personas con nombres y apellidos. Amor al fútbol y amor también a la comunidad (auzolana) que hacen posible que niños y niñas, adolescentes y jóvenes tengan la oportunidad de entrenar y jugar partidos cada semana.
María Zeberio es una de esas personas. Su historia es un homenaje a las jugadoras y jugadores no profesionales que sienten el fútbol como un modo de vida: algo con lo que aprender, disfrutar, mejorar y enseñar.
Por historias como esta.