El verdadero valor del fútbol base recae en las personas que lo hacen posible. Detrás de cada club no profesional existen personas sin cuya dedicación y compromiso sería imposible que el club saliera adelante.
Plantillas deportivas, aficiones locales, personal y directivas son pilares fundamentales en el fútbol formativo y detrás de cada uno de estos colectivos hay personas con nombres y apellidos. Amor al fútbol y amor también a la comunidad (auzolana) que hacen posible que niños y niñas, adolescentes y jóvenes tengan la oportunidad de entrenar y jugar partidos cada semana.
Josu es una de esas personas. Su historia es un homenaje a todos los aficionados y aficionadas de clubes no profesionales que acuden a animar a los equipos de su pueblo o barrio. Y es también un reconocimiento a los clubes de fútbol base que convierten su campo de entrenamiento en un ámbito de socialización.
Por historias como esta.